Banchero, Pablo

Modales Y Finuras

Genre: Tango: Tango
Label: Academia Nacional del Tango Duration: 45 min.
Code: ant000903
EAN: 7796095009037

Modales Y Finuras
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The Argentinian singer Pablo Banchero lost his heart to tango in the late 1980s. Back then, he wanted to sing tangos, meanwhile most other teenagers preferred jazz and rock. Today, many years later, he recorded his first CD at the age of 42. The newspaper "La Nacion" ...

 

 

Detailed information on the titles

1 - tarifa de olvido
pablo banchero


2 - rostro sin mirada
pablo banchero


3 - milonga del parakultural
pablo banchero


4 - la pincheta
pablo banchero


5 - dos astillas
pablo banchero


6 - milonga para el chino de pompeya
pablo banchero


7 - chiquita dormida
pablo banchero


8 - mariposa
pablo banchero


9 - un tacho y nada mas
pablo banchero


10 - once y doce
pablo banchero


11 - cabo polonio
pablo banchero


12 - bailarin de la vida
pablo banchero


13 - dolobu
pablo banchero


14 - boca juniors
pablo banchero


 

Reviews

  Review : Artículo de Gabriel Plaza en La Nación:

Un ícono del nuevo tango Pablo Banchero, uno de los primeros cantores jóvenes del género, grabó un disco

A fines de los años ochenta, Pablo Banchero andaba buscando el tango
trasnochado por los márgenes de la ciudad montado en su Siambretta.
Había vuelto de una beca de la Berklee School of Music norteamericana
y estaba cansado de la música contemporánea y el jazz. Quería cantar
tangos, pero no había ni lugares ni jóvenes que profesaran su mismo
amor a Gardel. El promedio de los músicos superaba los sesenta años.
Pablo Banchero fue un pionero. Uno de los primeros jóvenes que se
animó a cantar tangos en una época sin futuro para la música
ciudadana. "Estaba todo muy oculto. Los lugares de los cantores y
poetas no los encontrabas. Así que las coordenadas para encontrar el
tango las busqué en las letras. Salía con la moto a buscar esos
lugares y empaparme de lo que los poetas habían inmortalizado. Empecé
a rumbear para el Sur; ahí olfateaba que estaba el tango".
En el bar del Chino, el mítico boliche de la calle Beazley al 3500,
encontró su destino. "Una amiga de Semilla Bucciarelli, el bajista de
los Redonditos, me pasó el dato. Fui al patio donde estaban los
guitarristas. Eran todos tipos grandes. Le dije a uno de los
muchachos: "Quiero cantar un tango y quería ver si me pueden ayudar".
Un tipo llamado Osvaldo, de voz grave, me dijo: "Pibe, acá nadie te
va a ayudar". Entonces apareció el Chino. Tenía un corazón grande
como una pelota N° 5 y me impulsó a cantar. Hice la milonga "La
porteñita". Y así fue, no paré más de cantar tangos hasta hoy",
cuenta el intérprete y compositor de 42 años, que acaba de editar su
disco debut con un repertorio de tangos inéditos llamado Modales y
finura.
Tangos en los ochenta
Banchero fue uno de los testigos y protagonistas de la protohistoria
del nuevo tango en los ochenta y noventa. En el 96 ganó el Certamen
Hugo del Carril y se embarcó en una gira de tres años con una
orquesta de tango formada por alemanes, que alimentaron su mito como
intérprete. "Acá no existía el tango y allá reventaba. Todavía no
había festival de tango y en Berlín había milongas de 300 personas
todas las noches."
-¿Cómo era el ambiente del tango a principios de los noventa?
-Nosotros éramos habitúes del Bar El Chino, donde había unos
cantorazos de barrio que vivieron la época del cuarenta y, también,
del Parakultural de Chacabuco, donde se rompían las estructuras de la
típica milonga. Podías ir en remera y había cajones para sentarse.
Ahí cantaba "el Tape" Rubín, que ya componía tangos nuevos y se la
bancaba. Tenía un tema "La Marylin", que era el hit del Parakultural.
Iba gente del under, había performers como Nelly del Paraná, que son
esos personajes que sólo Omar Viola tiene; empezaban a caer los
primeros milongueros, como Teté, y lo veías a Ignacio Varchausky, de
El Arranque. Todo ese grupo que se juntaba en el Parakultural empezó
a hacer cosas y así se fue abriendo el circuito.
Los tangos nuevos incluidos en su primer disco hablan de aquellos
años de fiebre milonguera y lisergia. "En paralelo con mi recorrida
por la noche y el descubrimiento de la bohemia tanguera comencé a
componer. Algunos temas tienen más de diez años, como "Milonga del
Parakultural", que recrea todo ese paisaje under, donde todo se
mezclaba. También hay temas más nuevos de hace seis meses, como
"Chiquita dormida". Son tangos atemporales, que intentan plasmar lo
que vivimos nosotros. Las postales de tango de nuestra generación."
Pablo estudió el arte de hacer tangos nuevos con el maestro Virgilio
Expósito, autor de "Naranjo en flor". "Una de sus grandes enseñanzas
fue cuando me dijo: "Escribí todos los días hasta que en un momento
te vas a dar cuenta de que estás escribiendo siempre el mismo tango.
Todo sale de una misma cacerola"."
En paralelo con su tarea como compositor y cantor, Pablo Banchero se
transformó en factótum de la nueva movida tanguera. Con Omar Viola,
creador del Parakultural, abrió un enclave del nuevo tango llamado La
Postango, en la calle México. "Abríamos un día áspero como los
miércoles. Enseguida empezó a funcionar muy bien y caía toda la crema
tanguera. Después armamos el grupo con el Cardenal Domínguez, que
tenía el mismo nombre. Salíamos con guitarras, teníamos el pelo largo
y al costado rapado. Una estética bien ochenta. Nos venían a ver los
grandes y se corrió la bola entre los jóvenes. Eramos como una banda
de rock, pero hacíamos repertorio gardeliano y valses rarísimos."
Ese tiempo de los clásicos quedó muy atrás. Para Banchero, el futuro
del tango ya llegó. "En aquella época no había cabida para los tangos
nuevos quizá porque para nosotros un tango como "Naranjo en flor" era
una novedad. Pero ya pasó el boom del resurgimiento. De acá para
adelante es el tiempo de los tangos nuevos, y que pase lo que tenga
que pasar."


Artículo de Gabriel Plaza en La Nación:, 20090210

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